El hombre Bala
Un hombre en busca de algo se trasmuta en las formas más apetecibles del objeto de su deseo. El hombre bala, poeta, que se niega serlo, quiere dispararse... (en busca de su amor). Un hombre sediento de todo, adicto a las cosas que aún desconoce, que atisba a través de un orificio la vida de otros y otras.Un ser cuyo desamor transforma la cotidianidad en el ambiente sombrío que lo abraza en su pérdida. La historia y el misterio confluyen en un relato inacabado en el que solo la fuerza de un amor violentamente perdido podría escribir su final. El hombre-niño que revisita su pasado y lo transforma. Amores perdidos en espera de ser reciclados. Una gota de sangre entre olor a violetas y un sostén olvidado que derrumba una convivencia de ¿amor? En espacios citadinos, atemporales a veces, violentos en algunas ocasiones, transcurren las vidas de estos seres que entre sus miserias aún mantienen alguna esperanza en el amor como salvación. Estas son algunas de las argucias literarias y amatorias con las que la colección de cuentos, El hombre bala y otros eufemismos para decir adiós atisba ese arcano recinto en donde el amor y la pasión, entre encuentros y desencuentros, simultáneamente, se construye y se destruye, se crea y se transforma, y deja al lector a la merced de la soledad que invade a los personajes, cuyo fin es, inevitablemente, encontrar en ese recinto olvidado de su ser, Dios sabe qué.